El biomagnetismo es una terapia energética que utiliza imanes de doble polaridad para ayudar al cuerpo a recuperar su equilibrio. Lo bueno de esta terapia es que va a la raiz del problema, es indolora, de corta duración y no tiene efectos secundarios adversos. Es una medicina barata que no utiliza fármacos, ni agujas ni ninguna sustancia. Se practica con la persona vestida y estirada sobre una camilla. Tiene muy pocas contraindicaciones.
Dentro del biomagnetismo existen dos ramas complementarias:
La magnetoterapia -que ya se utilizaba en tiempos de los egipcios- es muy efectiva y rápida para calmar cualquier dolor corporal y para desinflamar las zonas afectadas. Desde la primera sesión ya se nota un alivio sustancial. También ayuda a activar la circulación y a acelerar la regeneración de los tejidos lesionados. Los imanes también ayudan a subir las defensas del organismo y se pueden utilizar para equilibrar los chakras.
El par biomagnético es una técnica descubierta y desarrollada por el médico mexicano Isaac Goiz en 1988. Es un sistema de diagnóstico y tratamiento que utiliza la respuesta muscular inteligente para detectar los puntos del cuerpo donde hay un desequilibrio energético y del Ph y así poder recuperar el equilibrio perdido, colocando imanes de diversa polaridad (pares biomagnéticos) en zonas específicas del organismo. Se logra así cambiar el Ph de las zonas donde está desequilibrado, y al cambiar el terreno biológico en el que se instalan los virus, bacterias, hongos o parásitos, estos mueren y son eliminados del organismo. Según este médico, la mayor parte de enfermedades son de origen microbiano, incluidas algunas que la medicina oficial piensa que son debidas a otras causas; entre ellas hay la diabetes, la artritis y la fibromialgia.
Se pueden tratar enfermedades infecciosas, autoinmunes, degenerativas, digestivas, endocrinas, nerviosas, respiratorias, circulatorias, articulares, musculares, óseas y cardiovasculares. Por ejemplo: cistitis, piernas cansadas, acné, alergias, migraña, gastritis, ciática, cándidas, cansancio, lumbagos, hipertiroidismo, herpes, hipertensión, dermatitis, varices, estreñimiento, vientre hinchado, etc…
Con esta técnica, también se pueden tratar trastornos psico/emocionales como la depresión, insomnio, ansiedad o nerviosismo. También se puede mejorar la falta de concentración, la hiperactividad y la dislexia.